La rebeldía propia de todos los adolescentes no es igual a la de un hijo que se descarrió, así que no la debemos confundir ni tratarla de la misma manera. Existen diversos factores que influyen en que un joven se torne un rebelde incorregible, como son: el divorcio, violencia doméstica, madre prostituta, padres viciosos, migración de los progenitores,etc. El joven recepta la crisis familiar.
Conozco a alguien que tuvo cuatro hijos, siempre fue una mujer muy trabajadora se esforzó para que a sus hijos no les falte nada, pero creía que la educación de la escuela y colegio eran suficientes. El poco tiempo que veía a sus hijos era para la recreación(paseos, fiestas). Ahora tiene hijos con matrimonios prematuros, la hija mayor es madre soltera y la menor tiene un caso grave de rebeldía(no le da ni la hora a la mamá)y a sus sólo 17 años tiene un matrimonio fracasado y dos niños de tres y un año.
Esta démás decir lo frustante y dolorosa que resulta esta situación y es un gran error de los padres pensar que la educación sus hijos, sólo la encuentran en la escuela y colegio debido a que esta empieza en casa y sus vástagos son su responsabilidad. Recuerde el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.
En muchas ocasiones la rebeldía en la adolescencia se torna un verdadero dolor de cabeza para los padres ya que la falta de comunicación(diálogo), la no imposición de autoridad y la ausencia de valores (falta de información sobre lo bueno y lo malo) durante la infancia y la niñez en este periodo traerán consecuencias lamentables, como son: matrimonios prematuros, embarazos no deseados, involucrarse en vicios, malas compañías, delincuencia juvenil, violencia, vandalismo, promiscuidad,etc.
Por lo general, cuando el joven empieza andar en "malos pasos" nunca faltan familiares ó amigos que se lo comiuniquen a sus padres. A veces estos se ciegan en su amor de padres y no creen en lo que andan sus hijos. Los progenitores al enfrentar esta situación sienten vergüenza ó temor al "qué dirán" ya que para la sociedad tener un hijo que se echó a perder es como un diploma a los malos padres y por los prejuicios tratan de ocultar e ignorar su problema, pero "no se puede tapar el sol con un dedo". Entre más tarden en buscar ayuda para su hijo más difícil será recuperarlo.
A continuación consejos que le ayudarán a enfrentar y superar esta difícil situación:
Busque ayuda de Dios. Concurra a una iglesia cristiana (católica), pida ayuda espiritual al congregación a través de ayuno, oración y consejería del ministro.
Busque ayuda profesional(psicólogo), lo más pronto posible ya que en esta edad usted todavía puede cambiar el futuro de su hijo.
Hable con su hijo, anímelo a cambiar de proceder. Debe concienciarlo sobre el futuro que le espera sino cambia.
Explíquele sobre las graves consecuencias de sus acciones erradas. Ayúdele a abrir su corazón para saber que lo motivó a esa conducta.
Si son las malas compañías, ayúdelo a alejarse de ellas.
Es importante que usted se esfuerce por ser un buen ejemplo.
Evite la ira descontrolada y la amargura. Las recriminaciones sólo lo alejarán más de usted.
No se dé por vencido. Mantenga su confianza en Dios, no deje de orar. Así como en la parábola del hijo pródigo(Lucas 15: 11-32), el Señor le va a devolver a su vástago.
No es aconsejable golpearlos, esto sólo trae más resentimientos. Los golpes dejan heridas que luego cicatrizan, pero las heridas más profundas y difíciles de cerrar son las que quedan en el corazón.
No descuide la educación de sus otros hijos por centrarse sólo en el que tiene el problema.
La Biblia hace referencia de la educación de padres a hijos: "La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la correción la alejará de él". Proverbios 22:13.