Las Relaciones Humanas son una ciencia y a la vez un arte muy importante en la vida de las personas porque a través de ellas aprendemos a expresarnos correctamente a intercambiar ideas, sentimientos, pensamientos y nos ayudan a tener buenos hábitos, ser decididos y seguros. Mediante las Relaciones Humanas aprendemos ayudar, respetar y comprender a los demás. También nos ayudan a desenvolvernos mejor en la vida cotidiana. Las aplicamos en todo los aspectos: la familia, educación, profesionalismo, vida religiosa y militar, ventas, administración pública o privada, etc.
Para fomentar y mantener las exitosas Relaciones Humana debemos tener en consideración las siguientes normas:
Sea cortés y atento con todo el mundo.
Reciba a las visitas cordialmente.
Una sonrisa agradable logra maravillas.
El apretón de manos debe ser firme, nunca flojo.
Retenga en su memoria el nombre de las personas, para lo cual:
Cáptelo
Repítalo
Asócielo
Cuando hable con alguien mírelo a los ojos.
Hable con seguridad y calma, sin alzar la voz.
No suponga. Si tiene alguna duda, aclárelo. Si sospecha, pregunte. No hay error más grande que crear historias sin fundamento.
Evite la chismografía y no se mezcle en asuntos privados y personales.
Evite discusiones manténgase sereno, aunque firme.
Cuando este equivocado, admítalo pronto.
Trate a los demás como si todos fueran importantes por que todo el mundo lo es cada quien en su mundo.
No hable con indirectas, sea franco y directo.
Guarde respeto por los demás. No humille a nadie ni en público ni en privado.
Sea razonable, tolerante y comprensivo.
Coopere con prontitud y entusiasmo.
Estimule siempre, critique con tacto.
Agradezca por los favores.
Cuando dé las gracia que estas sean expresivamente.
Procure no hacer esperar a nadie. Sea siempre puntual.
Haga que su palabra se respete cumpliendo estrictamente lo que ofrezca.
Sea optimista, íntegro, sincero y leal.
Siéntase satisfecho con su trabajo.
Cuide su apariencia personal. Recuerde que la elegancia tiene como imperativo la sencillez.
Irradie amistad, entusiasmo, buena voluntad.
Perdone de corazón las ofensas. No debe existir humillación o desaire tan grave que trastorne su diaria vivir.
No opine antes de informarse debidamente.
Sea considerado con los sentimiento de los otros y usted será apreciado.
Procure superarse en su trabajo y su comportamiento hoy y siempre.
No pretenda saberlo todo. Reconozca que no ha leído tal libro o que no sabe tal cosa.
Respete la opinión de los demás.
No siembre pesimismo ni desamor.
No hable siempre en primera persona.
Domine el gesto. No golpee ruidosamente los objetos. No tire a las persona del brazo como arrastrándolas.
Vocalice bien, no utilice muletillas (esteee, mmm, ahhh, ¿entiendes?).
Cultive la comunicación familiar.
Aplicar estas normas en nuestro diario convivir no es difícil. Hacerlo demostrará que somos personas educadas, respetuosas de la dignidad de los demás. Todas estas normas tienen su base en uno de los grandes mandamientos que Jesús nos dejó:" …Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Mateo 22:39.
En nuestra sociedad desde la infancia nos inculcan un especial respeto a la mujer. Se dice que un hombre es un caballero cuando el trato que les da a las mujeres es el adecuado y esto se refleja en la delicadeza de sus modales al dirigirse a ellas, en el respeto, los detalles, etc. Sobre todo ahora que el Municipio realiza una campaña en pro de la erradicación del acoso.
Si usted es cristiano su comportamiento debe ser ejemplar ya que los que no conocen a Dios verán su testimonio en su modo de proceder. Al respecto las Palabra de Dios nos dice: "Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación…, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo". Filipenses 2:15.
No hay comentarios:
Publicar un comentario