A partir de hoy ...

Aunque mi dedicatoria sea para Jesús decidí no incluir ninguna foto ya que Jesús para mí es espiritual, totalmente abstracto que no se puede ver solo sentir y que cuando lo sientes sabes que es sublime, sobrenatural, sagrado, único e indescriptible porque aun no se han inventado palabras para alcanzar a definirlo, solo sabes que quieres entregarle tu vida y que nunca mas salga de ella, que es tu supervitamina para el alma y para el cuerpo. Han pasado trece años desde que tuve mi primer encuentro con Jesús y lo recuerdo como si fuera ayer, cambiaron mis gustos, cambio mi perspectiva de la vida, desahogo mi corazón afligido y empezó a escribirse una etapa nueva en la historia de mi vida. En estos años he pasado cosas muy difíciles que si no hubiese incluido a Jesús en mis planes nunca las habría superado y heme aquí como un soldado listo para la guerra porque todo lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece.





viernes, 12 de marzo de 2010

El Piercing


Por regla general, los adolescentes buscan identificación, suelen tener mucha inseguridad y son susceptibles la presión de otros jóvenes. Muchas veces los vence el deseo de ser diferentes e impresionar a los demás, pero ¿es necesario colocarse un piercing para ser diferentes? ¿Son inofensivos para la salud? ¿Son estéticos?

Piercing (pirsin) es una abertura en el cuerpo humano para colocar un pendiente. Estas perforaciones son una forma de modificación corporal y reflejan tantos valores culturales, religiosos y espirituales. Siendo además parte de la moda, erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura.

No son inofensivos para la salud ya que dependiendo del lugar dónde se lo realice pueden traer infecciones y graves consecuencias, como: reacciones alérgicas, sangrado abundante y constante, perforación de un nervio, alteraciones en la cicatrización, desgarros, rechazos del cuerpo,etc. Sobre todo si se los realizan en lugares que no cumplan con las normas de higiene necesarias, si se los intercambian con otras personas, también existen casos en que el cuerpo rechaza o no se tiene los cuidados necesarios en la etapa de cicatrización.  Tampocos son estéticos todo lo contrario, al igual que los tatuajes la sociedad los vincula a los vicios, pandillas, satanismo y demás males que aquejan a la juventud hoy en día.

Se cree que son modernos, pero desde la antigüedad ya se los utilizaba, no se sabe con exactitud cuando tuvieron su origen. Las primeras muestras datan del año 709 antes de Cristo. Regularmente, suelen ser pequeños aros rematados con una esfera, metálicos o plásticos. Sin embargo, los de mayor tamaño varían en forma y material. Se colocan en el cartílago de la oreja, lóbulo, ceja, fosas nasales, ombligo, labios, lengua.

Meditemos lo que la palabra de Dios dice al respecto: “Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Dios”. Levítico 19:18.










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